Sin embargo, la masificación de los celulares ha generado una gran problemática para los ciudadanos, esta es, la instalación de las llamadas antenas de celulares. Hace algunos años, comenzamos a ser testigos de la instalación de torres en medio de sectores residenciales, resultando perjudicados mayoritariamente, los sectores de más bajos recursos quienes debieron asumir el costo que acarrea la tecnología.
Ante esta situación, los vecinos y algunos municipios han iniciado una lucha contra las empresas que llegan e instalan antenas en sus patios y cercanías de colegios, para de alguna forma defender su entorno y sus derechos. Ejemplo de ello, ha sido lo ocurrido con la empresa Entel pcs y la instalación de una antena en el sector Pedro de Valdivia, en donde por decreto alcaldicio del año 2000 se dispuso demoler dicha antena, al no cumplir la empresa con la Ley General de Urbanismo y Construcción, situación que llegó a la Corte Suprema, en donde el máximo tribunal se pronunció dando la razón al municipio, ordenando por tanto, la demolición de la antena.
Otro caso, es lo que sucedió en el sector Villa Andina en Temuco, en Abril del año pasado, donde los vecinos protestaron en contra de la instalación de una antena, recurriendo de protección ante la Corte de Apelaciones.
Esto nos muestra que han sido sectores residenciales y vulnerables los más afectados y ante el perjuicio sufrido han debido agruparse para evitar que se continúe afectando "teóricamente" su salud. Digo teóricamente, porque como lo menciona la Subsecretaría de Salud: “No se ha demostrado ningún efecto sobre la salud de las personas, pero debemos anticiparnos y prevenir, para garantizar a toda la población que las emisiones están acorde a las normas y controladas”; a esto hay que sumar el impacto urbanístico que estas antenas producen.
Para finalizar, sólo queda esperar a que el proyecto de ley, que se encuentra en tramitación en el Congreso, y que pretende regular la instalación de antenas emisoras y transmisoras de servicios de telecomunicaciones, se convierta en ley y, cumpla con los anuncios realizados por el Ministerio de Salud y la Subtel, esto es: respecto a las torres que se instalen en espacios privados, éstas deberán tener no sólo la autorización del propietario del terreno respectivo, sino también la venia de los vecinos colindantes a él. También se ha anunciado la creación de un sistema de información en Internet con el detalle de las antenas instaladas y en trámite en todo el país, con su ubicación geográfica y niveles de radiación. En relación a los jardines infantiles, establecimientos de educación y hospitales, el nivel máximo será de 10 micro watts por centímetro cuadrado.
No estoy en contra del desarrollo, pero hay que tener en consideración y nunca olvidar a las personas que van a ser los usuarios de estos servicios, mantener un respeto por ellas, así como por su entorno.
Lizelot Yáñez